domingo, noviembre 16, 2008



Fue un instante
cuando llegaba noviembre o poco antes,
las cortinas se mecían por el vientoy flotaban las nubes.

Una mosca merodeaba por lo humano.

Capturó lo fugaz entre sucesos
felices y no tanto la tinta oscura,
por ejemplo, el infinitesimal respiro
en que dijiste por última vez
amor
y
volveremos a vernos.

Sé que hubo,
en el minúsculo soplo de la letra,
una visión fatal.

La escritura tiene cosas del presente huidizo entre las manos
¿será que ya fue o será que va a ser?

Atrapé un instante antes de noviembre
y me quedé con él. Estabas todavía en la casa.

Pronto sería el verano.
Nor Etxe, 2008.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Has vuelto!

¡Y cómo!

:)

Tatami dijo...

Siempre me gustó tu poesía, desde aquel primer libro que leí. Y ahora, con este tono narrativo engañosamente indiferente, sesgado y minucioso, de una tristeza bella y nada autocompasiva, me alegra reencontrarte y confirmar que hace bien leerte. Y aprender. Un beso

Anónimo dijo...

Hola, Raúl. Qué bueno saber que el tiempo no nos pierde. Gracias por tus palabras. Ah, y un correo, sí? para escribirte.Nor Etxe

Inecia dijo...

Qué lindo Norma. Un abrazo